Sala Yacare T.M y T.T (20/04)

Queridas familias: como sabrán continuamos con el aislamiento social obligatorio pero queremos seguir juntos y es por eso que les proponemos algunas actividades con el fin de asegurar la continuidad pedagógica.Les mandamos un abrazo a la distancia esperando que estén todos bien.



Literatura y practicas del lenguaje 

cuento: Murrungato del zapato” 

El gato Murrún no era empleado ni sastre ni militar. 
El gato Murrún no era bailarín ni heladero. 
El gato Murrún era nada más que un linyera, profesión muy respetable entre los gatos, los gatolines y los gatiperros. 
Vivía vagando, con su colita a cuestas, por la calle y por la plaza, la azotea y la terraza, sin tener dueño ni casa. 
Una noche fría y lluviosa trotaba muy alicaído pensando en dónde dormir. 
Y de repente… ¡Oooh! 
Allí, junto al cordón de la vereda, vio un gran zapato viejo. 
Como Murrún era muy chiquito, se lo probó, es decir, se acurrucó dentro del zapato, y comprobó que le iba de medida. Y que además era abrigado y no dejaba pasar la lluvia. (No sé si ustedes habrán observado que los gatos y las gotas no se llevan nada bien.) 
Ronroneó y se durmió, con la puntita de la cola asomada por el agujero del zapato. 
Durmió y réquete durmió. Roncó y réquete roncó, y a la mañanita se despertó. 
Murrún quiere desperezarse y lavarse la cara, pero… ¿Qué pasa? 
El zapato está lleno de tierra húmeda. Murrún no puede respirar, se ahoga, tiene que darse vuelta trabajosamente y asomar el hocico por el agujero para tomar un poco de aire. 
¿Qué es esto? ¿Quién ha llenado de tierra mi casa mientras yo dormía? 
Murrún se pone a arañar valientemente para remover los terrones. Le cuesta mucho, porque están endurecidos por el sol, que ya brilla en el último piso del cielo. 
Por fin consigue asomar el hocico al aire… ¿Y qué es lo que ve? 
¡Una Plantita! ¡Una Plantita, muy instalada y plantada en el zapato, en su zapato! 
Qué bonito! -dijo Murrún. 
-Gracias -contestó la Planta, creyendo que era un piropo. 
-¿Quién te ha dado permiso para instalarte en mi casa? 
-Estaba tan cansada de vivir siempre quieta en el mismo lugar… -le contestó la Planta-, soñaba con mudarme a un zapato y pasearme de aquí para allá, de allá para aquí, ir a visitar a la mamá del alhelí. 
Eso sí que no! -rezongó Murrún-, está muy bien que un Gato Murrungato viva en un zapato, pero tú, ¿para qué quieres zapatos si no tienes pies? 
-Yo soy Planta -le contestó ella muy orgullosa-, y aunque no sea planta del pie, igual tengo derecho a vivir en un zapato, sí señor. 
Pero este zapato es mi casa y no quiero inquilinos! ¡Fffff! 
Qué lástima! -lloriqueó la Plantita-, tendré que pedirle a Felipe que me trasplante otra vez a la vereda donde todos me pisotean… ¡Ay, yo que soñaba tanto con viajar en zapato por el mundo! ¡Ay, qué va a ser de mí, de mí y de la mamá del alhelí! 
Murrún se lavaba la cara de muy mal humor. 
-Justo cuando había encontrado una casa tan linda…-rezongaba entre lengüetazo y lengüetazo. 
-Bueno, si te molesto me voy- dijo la Planta. 
-¿Cómo te vas a ir si no tienes patitas, tonta? 
-Y, esperemos que pase Felipe y me trasplante a la vereda -dijo ella lloriqueando. 
-Esperemos que pase Felipe…-suspiró Murrún con cara de mártir. 
Y mientras esperaban los dos muy callados, la Plantita, ya que no tenía nada que hacer, se puso a dar flores. 
Un montón de flores, como cuatro: una celeste, una colorada, una amarilla y una más grande. 
Murrún vio las flores y se puso bizco de la sorpresa. No atinó a decir ni mu ni miau ni prr ni fff. 
Estiró la patita para juguetear un poco con ellas… Y el viento las movía, y Murrún trataba de acariciar las flores muy suavemente, escondiendo las uñas. 
-Cuidado, no las arañes- dijo la Planta. 
-Debo reconocer- contestó Murrún sin dejar de jugar- que aunque eres una Planta muy molesta, tus flores son realmente lindas y peripuestas. 
-No, faltaba más -dijo la Planta modestamente, bajando las hojas. 
-Y tienen rico perfume -dijo Murrún con el hocico pegado a los pétalos. La verdad es que me gustaría tenerlas siempre cerca, para jugar. 
-Si ahora te gusto más -dijo tímidamente la Planta-, ¿por qué no me llevas a pasear en zapato, como era mi ilusión? 
-¿Estás loca? -contestó Murrún. 
-Todo el mundo te miraría con admiración, porque nadie ha visto nunca algo tan maravilloso. Viajaríamos… Yo andaría de aquí para allá, de allá para aquí, vería a la mamá del alhelí. 
Entonces Murrún lo pensó bien. Él también estaba cansado de vagabundear solo. Y dijo: -Bueno. 
Murrún se olvidó de su mal humor y empuñó los cordones. 
Allá se fue, llevando la Plantita con sus flores a pasear en Cochezapato por el mundo. 
Y así, con un garabato, se acaba el cuento de Murrungato. 
 María Elena Walsh

Luego de compartir la lectura en familia conversamos sobre cómo se puedo haber sentido la flor cuando el gato Murrun no la dejaba entrar a su zapato. Onversamos en familia y realizamos un dibujo. En este dibujo los niños pueden colocar su nombre para llevar a ljardín  (recuerden en imprenta mayúscula y no corregirlos sino alentarlos para que continúen trabajando en la escritura del mismo) 

Cuento “La bruja Berta” 

La bruja Berta vivía en una casa toda negra. La casa era negra por fuera y negra por dentro. Las alfombras eran negras. Las sillas eran negras. La cama era negra y tenía sábanas negras y frazadas negras. Hasta el baño era negro. Berta vivía en su casa negra con su gato llamado Bepo. El gato también era negro. Y así comenzaron los problemas. Cuando Bepo se echaba en una silla con sus ojos abiertos, Berta lo podía ver. Al menos podía ver sus ojos. Pero cuando Bepo cerraba sus ojos y se ponía a dormir Berta no lo veía para nada, y entonces se sentaba encima. Cuando Bepo se echaba en la alfombra con sus ojos abiertos, Berta lo podía ver. Al menos podía ver sus ojos. Pero cuando Bepo cerraba sus ojos y se ponía a dormir Berta no lo veía para nada, y entonces tropezaba con él. Un día, después de una caída muy fea, Berta decidió que algo había que hacer.  
Tomó su varita mágica, la agitó una vez y ¡ABRACADABRA! Bepo dejó de ser un gato negro. Ahora era verde brillante. Entonces, cuando Bepo dormía en la silla, Berta lo podía ver. Cuando Bepo dormía sobre el piso, Berta lo podía ver. Y también lo podía ver cuando dormía sobre la cama. Aunque a Bepo no le estaba permitido dormir sobre la cama... y Berta lo llevó afuera, y lo dejó sobre el pasto. Cuando Bepo se echaba en el pasto, Berta no lo podía ver, aunque sus ojos estuvieran bien abiertos. Berta salió precipitadamente afuera, tropezó con Bepo, dio tres volteretas, y cayó en una mata de rosas llenas de espinas. Esta vez, Berta estaba furiosa. Tomó su varita mágica, la agitó cinco veces y ¡ABRACADABRA! Bepo tenía la cabeza colorada, el cuerpo amarillo, la cola 9 Actividades para realizar en el hogar Educación Inicial rosada los bigotes azules, y cuatro patas violetas, pero sus ojos seguían siendo verdes. Ahora Berta podía ver a Bepo cuando se echaba en una silla, en la alfombra, y cuando se desplazaba agazapado en el pasto. Y aun cuando trepaba al árbol más alto. Bepo trepó al árbol más alto para esconderse. Se le veía ridículo y él lo sabía. Hasta los pájaros se reían de BepoBepo se sentía desgraciado. Se quedó en lo alto del árbol todo el día y toda la noche. La mañana siguiente, Bepo seguía subido al árbol. Berta estaba preocupada. Quería a Bepo y no le gustaba que se sintiera desgraciado. Entonces, Berta tuvo una idea. Agitó su varita mágica y ¡ABRACADABRA! Bepo fue otra vez un gato negro. Bajó del árbol ronroneando. Entonces, Berta nuevamente agitó su varita, una, dos y tres veces. Ahora, en lugar de una casa negra, tenía una casa amarilla con un techo colorado y una puerta también colorada. Las sillas eran blancas y coloradas con almohadones blancos. La alfombra era verde con flores rosadas. La cama era azul, con sábanas blancas y rosadas. El baño era blanco reluciente. Y ahora, Berta podía ver a Bepo no importaba dónde estuviera. Y ahora, Berta podía ver a Bepo no importaba dónde estuviera.  
                                                                Valerie Thomas/Korky Paul Bs.As.: Ed. Atlántida  


jugamos con adivinanzas: 

Que los niños no observen las imágenes así pueden jugar a adivinar.... 

Luego de esta propuesta en familia pueden inventar una adivinanza y compartirla en el mail o al volver al jardín (si desean)

Juegos 

Se juega a la rayuela en familia: El adulto que ayude al niño a armar la rayuela escribirá los número mencionándolos en voz alta para que los niños vayan incorporando el número escrito. )

Juego dramático: El doctor.Se juega al doctor con los elementos que haya en casa. Se cambia los roles compartiendo un lindomomento con niños y niñas. 


Se arma un gusanito para jugar con un cordón y tapitas agujereadas. 


Matemática 

¡¡¡¡Ahora a jugar con casilleros!!!! 

Los juegos con dados ayudan a que los chicos y chicas aprendan a contar. Para estos juegos se necesita un cartón que tenga dibujados casilleros, necesitan además un dado y tapitas de gaseosa o piedritas para ir tapando los casilleros según lo que salga en el dado: Si no tiene dados escriban en cartoncitos los números de 1 a 6. Los dan vuelta y los mezclan en la mesa. Cada jugador va sacando un cartón. De acuerdo al número que aparece tienen que poner tantas tapitas o piedritas en el siguiente tablero. Gana el que termina antes de llegar a la salida (o sea complete el casillero) 

 Este es un ejemplo de un tablero individual. Cada jugador deberá tener uno.  















































Juego “ El bingo de números” 

Fabricar cartones para jugar al bingo. En los cartones pueden poner números del 1 al 10 . En tapitas o cartoncitos escribir los números con ayuda de los niños y niñas  
Cada jugador tiene que tener piedritas o tapitas para cubrir el casillero cuando salga el número o la figura. Por turno ir sacando las tapitas. Las nenas y los nenes tienen que descubrir si tienen esa figura o ese número y taparlo. Gana el que termina primero.  

1 
                 
5 
10 

8 

3 
9 
4 

2 

Educación artística: 
Sellado en hoja de diario con un poquito de tierra y agua. Se puede sellar coN corchos, tapitas o dibujar con el dedo. 


ESI: 
Observar el video video y conversar en familia. 

Anotamos cómo cuidamos nuestro cuerpo y sobre la intimidad. 

QUERIDAS FAMILIAS DE SALA YACARE: queremos decirles que aquellas familias que hayan comprado el libro hola chicos 4, pueden empezar a utilizarlo, aquellos que no lo tengan no hay problema ya que este año no será obligatorio el uso del mismo por razones ya conocidas. 
Cualquier duda nos pueden contactar, les mandamos un abrazo y los extrañamos mucho, seño  Agus y seño Nati. 

Familias recuerden ante una duda con las actividades enviadas por la señoritas mandar mail:

syacare.agustina@gmail.com (T.M) 8HS A 12HS

salayacare@yahoo.com (T.T) 13HS A 17HS

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